Esta nueva entrada en la página que desarrolla el kiteblog de www.kitesurfingmallorca.com va a tratar del kitesurf en sus orígenes.
Hubo un tiempo, lejano, y que duró poco, que en el cielo de algunas playas, también lejanas, se pudo ver un tipo de cometa que hoy en día nos costaría relacionar con el kitesurf tal y como hoy lo conocemos.
Pero, en esa época, corrían tiempos en los que como no había aún nada escrito, las mentes privilegiadas, o, fantasiosas, según como se mire, ya bullían de ideas sobre cómo hacer para que una cometa de tracción te pudiese arrastrar sobre la superficie del agua.
El antes y el ahora – la tecnología avanza
Estamos hablando de las FRAME SINGLE SKIN KITES, lo que traducido al castellano, viene a ser algo como cometas de una sola tela y con un marco rigido.
Kites en las que, normalmente existía un borde de ataque hecho de fibra de vidrio o grafito, con un sable principal en el centro y una serie de listones de fibra o grafito, delgados, que en el mismo kite le debían dar la forma adecuada para mantener una estructura rígida.
Ni que decir tiene que requería una técnica muy especial y mucha práctica tanto para volar esa cometa, aprovechando la tracción que ofrecía, y cómo relanzar el kite si caía en el agua era más cosa de milagro, de ficción que de realidad. La cometa era de dos lineas y se dirigía desde una barra de grandes dimensiones, si comparada con las barras actuales.
El hecho que la cometa fuera practicamente casi plana, hacía que la temida caida al agua, te podía llevar downwind de donde caía, metros y metros … y metros. Y la única posibilidad de relanzamiento precisaba de una velocidad de viento mínima superior a los 12 o 14 nudos, con menos que eso, era sencillamente imposible el relanzamiento.
De hecho, en breve espacio de tiempo también se intentó quitar rigidez al conjunto, con lo que se dió un aspecto más flexible y redondeado a la forma final del kite
A todo esto, estamos remontandonos al año 1987 en el que la cabeza pensante tras el diseño fue Mr Bill Roeseler, un ingeniero aeronautico americano. Fueron bastantes las personas que se interesaron en el tema, especialmente en California y Hawaii, y el hijo del diseñador, Cory Roeseler es el que mayor empuje logró para el producto.
La opinión generalizada era que se desenvolvía bastante bien en cruisings y downwinds, siendo sus puntos flacos el poco viento o la capacidad de ceñida. Y aún recuerdo alguien escribiendo en un foro, allá por 2004, comentando las peripecias que se vivían con el invento.
El que escribía recordaba como en una ocasión, con vientos entre 15 y 40 nudos, en el Gorge, Hood River, se vió arrastrado sin control por el agua y sobre el sandbank, acabando sin grandes daños, milagrosamente, pero con arañazos y magulladuras por todo el cuerpo, y, es que, además de los inconvenientes antes mencionados, el kite tenía un sistema de seguridad muy precario a la hora de soltarse de él, y siempre cabía la posibilidad de que por alguna causa, tal como la rotura de una linea la cometa pudiera entrar en una espiral de kite loops, lo que, por poca imaginación que tenga uno, y tratandose de una cometa triangular de perfil rigido.
Piensa, por ejemplo, en una cometa de figuras, pues eso es lo que basicamente, pero a tamaño gigante, eran esos kites, e, imaginatelo girando sobre una de sus puntas a toda velocidad, una Turmix, osea, podemos hacernos una idea de la pesadilla que ello debería suponer. KiteSki, nombre con el que se conoció este raro invento, era fabricado por dos marcas, KiteSki, propiedad del Sr. Roeseler padre y Banshee. Ambas iniciativas desarrollaron y comercializaron su propia versión de esos kites de varilla y eran muy diferentes.
Después de un cierto tiempo y a consecuencia del temprano auge de los kite foils en un principio y de las primeras cometas de tubo, a continuación, esas cometas de varilla fueran cada vez menos populares, hasta su total desaparición.
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