Ojo al titulo: kitesurf en la bahia de Pollensa
Se podrían escribir libros sobre el tema. A que si!
Sus playas -sobre lo que hay una gran variedad de opiniones-
Unos, no pueden vivir sin ellas, otros, tal vez las encuentren poco atractivas cosa que yo comprendo perfectamente
Como sea, una cosa es cierta: Ay de nosotros si esas playas fueran tratadas y gestionadas como las muchas otras playas de la isla! Ahi si que íbamos a estar bien jodidos
Imaginaros por un momento la arena limpia, libre de posidonia y de los inevitables plasticos que llegan flotando, especialmente a la parte central de la bahia.
Imaginaros eso y, ya de paso, imaginaros también un montón de sombrillas, de tumbonas, de playeros en general, el aguas llena de niños -tiernos infantes- nadando o chapoteando en sus aguas …
Veis, vais viendo el inconveniente que supondría no?
Ta clarísimo. Nada de navegaciones! ni kitesurf, ni tablas ni nada. Todo pal turista!
Como quiera que sea, ese, no es de momento el panorama, así que toda esa fauna salvaje, tanto plantas playeras -no las de los pies, obviamente, si no las otras, las plantas plantas- y esos pajaritos hiper protegidos que tanto preocupan a Tomeu, por ejemplo -o eso parece en sus entradas al Feisbuk-
Y esos otros pajaritos, ignorados estos por las autoridades, pero tan salvajes y con tan derecho a la vida como el afortunado chorlitejo. Me refiero a las gaviotas.
Y aún me queda el más salvaje de todos los animalitos que poblan la bahía: el kitesurfero en su estado natural, osea, no en pelotas si no agarrado a la barra del kite, tirando p’abajo como si les fuera la vida en ello.
Pero no, no me estoy refiriendo en esta ocasión a este tipo de navegante, por el contrario, me estoy refiriendo a uno que debería ser ejemplo para todos nosotros … y para todos los otros que, gozando de su tubo, surcan las aguas sin mucho miramiento por el prójimo, y menos miramiento aún por las leyes de Costas y las de navegación a vela.
Me estoy refiriendo a Jonay. Noble chavalote donde los haya, fiel al orden y a las leyes del mar -y a las otras- y un ejemplo de educación en lo que se refiere a la «etiqueta» al navegar, osea, lo de las preferencias.
Y como colofón, todo amabilidad y ganas de ayudar, siempre presto para echar una mano a quien le haga falta.
De hecho, el nombre de la entrada de este blog me hizo dudar entre algo convencional como lo de «kitesurf en la bahia de Pollensa» o algo menos productivo a nivel SEO -search engine optimization- pero casi rayando en el curioso titulo de «El encantador de pollos»
pero, antes de extendernos en ese tema, veamos un par de fotos de lo que suele ser la bahía
la playa – kite spot Mallorca
Ahí está, la orilla, generalmente petada de cometas de tubo descansando al sol
-crujiendose vivas pa ser más exacto-
bahia de Pollensa – kitesurf en Mallorca en Julio
y … el agua, colorida ella a cuenta de tanto voloptero kitesurfante … por todos lados …
Razón por la cual, cuando uno esté caminando por la playa, por el agua, bañandose, o lo que sea … hay que poner mucha atención, no sea que uno de los alegres pajarillos volantes de tela y globo no te caiga en la cabeza … o que no sea un tío arrastrado por su kite que haya perdido el control y se zambulla a tu lado en medio de tremendo salpicón
practicante de kitesurf en Mallorca se cae de la tabla
Lo dicho. Mejor andarse con ojo porque hay mucho novato … y otros que, sin ser novatos, tampoco es que piensen demasiado en el bien de su prójimo. Pero … esto no incluye a nuestro antes mencionado amigo.
Este si que controla, y como muestra, un botón. Helo ahí en medio de uno de sus felices saltos
kitesurf en Pollensa Jonay salta
en esta nueva toma, se aproxima a gran velocidad mientras que va acariciando el agua con su mano
controlando y sin hacer cosas raras
Y es que no hay nada más bonito que navegar sin molestar a nadie y en comunión con el entorno natural que te rodea. Y ahí le tenemos a él ya pié en tierra, pensando en sus cosas …
en la playa y tranquilito
De hecho, y esto es casualidad casual, a la vez que tranquilito, está tomando aire porque está a punto de darle a la bomba, cosa muy inusual en él y que poco tiene que ver con esta entrada en el blog. El caso es que él está ahi, ahí … en la playa.
Una vez «hechas sus cosas» sea lo que fuere que pasó con el tubo y la bomba, en la siguiente foto veremos algo poco frecuente tampoco, algo que casi nunca pasa …
un pajaro en tierra en la bahia de Pollensa
Una vez ya él cambiado de ropa y sentado a mi lado en la protectora sombra que ofrece el bunker, un pájaro, una gaviota -parece- ha tomado tierra y con expresión curiosa y sin miedo aparente se va acercando a nosotros.
Yo le digo, Oye, estará enferma? Pero Jonay me dice: no creo. Parece que viene a por comida.
Debe ser que ya habrá probado, y seguro que se ha acercado a alguien con anterioridad y le han dado comida, y debe ser a eso a lo que viene …
el animalito vacila, osea que parece que duda. Es normal, si se piensa bien. A ver, de que van todos esos tios con sus cometas de colores cruzando por todas partes y en «plan bestia». Ale! a ver quien se fía?
y es que, es normal. Dos tíos con cara de listos y las manos vacías. Aquí no va a haber negocio …
Jonay se va dando cuenta de que … el pájaro también se va dando cuenta. No tenemos comida, no tenemos nada
y así, en un postrer intento de encantamiento de pollo, Jonay toma una ramita del suelo -porque a «eso» no se le puede llamar arena … y se la ofrece sacudiendola suave pero rítmicamente …
pero, parece que va a ser que no … pájaro si, pero tonto, no
pues va a tener razón al final el animalito. Para hacer amigos, alados, al menos, lo mejor es ir bien provistos de una bolsa de comida, de lo que sea.
Unos ganchitos, unas patatillas, gamba descongelada, un cacho pan si me apuras … pero … de manos vacías, na de na!
Y eso, el encantador de pollos, al final, no era un buen título. Y eso que antes de escribir esta tontá, aún no sabía yo como iba a ir desenvolviendose todo esto.
Y, es que, dicen … la soledad es muy mala.
Pschsss!, que, no es el caso, eh! Si o no? …
Pa rebajar la tensión, nada como un video del encantador de pollos que si, esta vez salió frustrado, en lo suyo, lo de moverse sobre el mar abanicando un kite foil. En eso, no tiene desperdicio. Y punto!
Jonay p’aquí y p’allá entre el inusual oleaje de la bahia de Pollensa