A veces se nos olvida que nuestro deporte transcurre en el mar, y el mar, como todos saben, es el lugar en el que animales bastante distintos a nosotros habitan.Un tiburon en Mallorca.
Cuando unos vecinos del Port d’ Andratx salieron con su barca a pescar, hace unos dias, encontraron un tiburón flotando sin vida, no lejos de la entrada del puerto. El animal mostraba heridas abiertas, entre ellas, un tajo que había cercenado su cola.
Cuando estas cosas suceden suele ser porque se han quedado enganchados en las redes de barcos de pesca y cuando los pescadores se dan cuenta los arrojan de nuevo al mar. Probablemente la cola se la cortó la hélice de alguna embarcación.
Aunque esta noticia no pasa de ser una anecdota, sirve para recordar que no estamos solos cuando estamos navegando allá afuera y por ello es conveniente no alejarse nunca demasiado de la costa, pues, si bien, peces de tamaño grande, como el escualo hallado frente a Andratx, llegaría a los tres metros de longitud, no acostumbran a acercarse a la playa, ya que mar adentro es donde encuentran comida suficiente.
Aún con todo, no está de más recordarlo y limitar nuestras navegadas a una distancia de la costa siempre inferior a un kilometro, y, a ser posible todavía menos ya que está cientificamente comprobado, -el sentido común es lo suficientemente cientifico como para que nos avise de lo que estamos haciendo- no hace falta irse muy lejos navegando con la cometa, sino hacerlo bien -cuerdamente- y a una distancia de la costa en la que, llegado el caso de rotura del material, por ejemplo, seamos capaces de volver nadando.